1- Días antes y el mismo día sugerimos leer por lo menos los encabezados de los diarios en la calle o por Internet, esto no nos tomará más que unos cuantos minutos. La ventaja es que si se llegan a tocar temas al respecto dejaremos la impresión de que estamos al tanto de lo que ocurre en el mundo y que nuestra vida e intereses trascurren más allá de nuestro entorno.
2- No permanecer encerrado en un tema que quizá a la otra persona no le interese del todo. Si vemos que los ojos se desvían de vez en cuando o buscan más allá de nuestra vista es señal de cambiar de tema ya!. Saquemos nuestra siguiente tarjeta o dejemos que la otra persona abra u nuevo tema de conversación.
3- Vale la pena averiguar ligeramente un poco de la persona mediante los mensajes por internet por ejemplo sus: intereses, pasatiempos o música favorita, autores, equipo de fútbol o telenovela de preferencia. Sin invertir mucho tiempo podemos buscar información al respecto en internet donde la información ya viene compacta y sintetizada.
4- En el caso extremo que por algún motivo se acaben los temas de conversación interesantes bien podemos recurrir a nuestro entorno, ellos nos darán nuevos temas espontáneos, por ejemplo la destreza con la que el mesero sirve la cena o el vino, la decoración del lugar, la canción que ahora se escucha, etc. Un pequeño tema puede abrir uno nuevo y este nos puede llevar a otro y así sucesivamente.
5- Dejemos hablar a la otra persona libremente y con nuestros ojos bien postrados en los del locutor, muchos saben hablar pero pocas personas saben escuchar, la otra persona sabrá apreciar que sus palabras son escuchadas y tomadas con seriedad.
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